Complemento alimenticio para perros y cachorros que ayuda a su equilibrio y salud intestinal....
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Saber si los perros pueden comer fresas es clave para el bienestar del animal. Aprende más sobre el cuidado y la nutrición de tu mascota con PURINA®.
Si alguna vez te has preguntado si los perros pueden comer fresas estás en el lugar correcto. Descubre con PURINA® los aportes nutricionales de estas frutas y los efectos de su consumo en nuestros animales de compañía.
Las fresas son inconfundibles. Con su llamativo color rojo, delicioso sabor y gran versatilidad, son uno de nuestros alimentos favoritos. No obstante, si eres tutor, debes saber si los perros pueden comerlas, antes de dárselas como snack.
Las fresas son pequeñas frutas de color rojo, famosas por su dulzura y gusto ligeramente ácido. Son muy populares por su sabor, además de su versatilidad en la cocina, no obstante, también tienen impacto positivo en la nutrición.
Aunque hay alimentos para humanos que las mascotas no pueden consumir y, de hecho, es mejor mantener lejos de ellas, como el chocolate, hay otros que sí es posible darlos a nuestros canes. La pregunta es: ¿la fresa es uno de ellos?
La respuesta es que sí: los perros pueden comer fresas; por supuesto, con moderación. Es tan así, que incluso podrían ser una golosina saludable, si se sirven adecuadamente.
La fresa es una de las frutas que pueden comer los canes, pues no son tóxicas para ellos. Por el contrario, aporta múltiples vitaminas y minerales para su organismo. PURINA® te enseña más al respecto.
Las fresas están cargadas de nutrientes y minerales que, para los perros, pueden ser beneficiosos. Además de su contenido de cobre, zinc o manganeso, estas frutas aportan numerosas vitaminas.
Conoce a detalle los beneficios nutricionales de estas frutas y consulta con un veterinario en busca de más información en el caso específico de tu perro. De este modo, cuidarás a tu mascota de una manera adecuada.
La vitamina C es clave para el organismo, ya que puede fortalecer el sistema inmunológico de tu perro y ayudar en la reparación de tejidos. Además, tiene un efecto antioxidante, ideal para prevenir afecciones como artrosis.
Las fresas también contienen vitamina K, que es esencial para la coagulación de la sangre y la salud ósea.
Otros minerales presentes en las fresas, como el manganeso y el potasio, son importantes para mantener el equilibrio electrolítico y el metabolismo energético.
La fresa cuenta con un alto contenido de antioxidantes. Estos elementos son claves para prevenir la aparición de enfermedades crónicas en nuestra mascota y hacer que su corazón y cerebro estén activos por más tiempo.
La fibra presente en las fresas favorece la digestión de los perros. Este nutriente ayuda a regular el tránsito intestinal y prevenir problemas digestivos como el estreñimiento.
Sumado a esto, las fresas se caracterizan por contener también vitaminas B1 (tiamina), B9 (ácido fólico). No descartes su aporte nutricional, pero considera siempre las cantidades y las precauciones al momento de dárselas a tu perro.
Como sucede con cualquier ingrediente que no sea su alimento o agua, debemos conocer las precauciones y riesgos que hay tras su ingesta. No importa si los perros pueden comer fresas, considera estos aspectos antes de servirlas.
Aunque las fresas son seguras para los perros, es crucial darlas a tu mascota con moderación. El consumo excesivo de esta fruta puede provocarle a tu perro problemas digestivos como diarrea o malestar estomacal.
Como regla general, las fresas, al igual que cualquier otro bocadillo, deben constituir solo una pequeña parte de la dieta total de tu perro. La recomendación es que no sean más del 10% de su ingesta diaria de calorías.
Las fresas contienen azúcar natural el cual, en grandes cantidades, podría no ser ideal para la salud de los perros. Un consumo excesivo de dulce puede contribuir al aumento de peso de tu mascota y problemas dentales.
Es importante ofrecer fresas como un premio ocasional o un incentivo para su entrenamiento. Evita hacerlo del mismo modo que si se tratase de la fórmula principal de su dieta.
Para garantizar la seguridad de las fresas al momento de consumirlas, es vital prepararlas de la manera correcta antes de ofrecérselas a nuestros queridos animales de compañía.
Asegúrate de lavar bien las fresas para eliminar rastros de pesticidas, fertilizantes u otros elementos semejantes. Considera que el efecto que podrían causar en tu mascota, en caso de ser ingeridas, podría ser fatal.
Además, de ser posible valida métodos de desinfección adecuados que completen la limpieza de la fruta. También procura retirar las hojas y los tallos, ya que estas partes pueden ser difíciles de digerir para los perros.
De igual manera, cortar las fresas en trozos también puede ser beneficioso, sobre todo para los perros de razas pequeñas. Esta práctica podría ayudar a prevenir el riesgo de asfixia al consumirlas.
Aunque las fresas son, por lo general, seguras para nuestros fieles amigos, algunos perros pueden desarrollar reacciones adversas tras su consumo. Si es la primera vez que tu perro las come, comienza con una cantidad pequeña y observa.
Si notas reacciones como picazón, enrojecimiento de la piel o problemas digestivos, contacta de inmediato con un veterinario. Estas podrían ser señales que indiquen una alergia en tu perro.
De la misma manera en que se recomienda hacer un paso a paso a la hora de cambiar el alimento de un perro, se debe considerar lo mismo si quieres darle un nuevo snack.
En esto caso, las fresas son eso, un nuevo bocadillo que debe ser puesto a prueba antes de determinar si es adecuado para el organismo de nuestro amigo de cuatro patas.
“Las fresas pueden ser una textura nueva y emocionante para los perros”, dice la nutricionista de PURINA®, Karina Carbo-Johnson. Y añade: “Para comenzar, intenta darles una sola fresa aplastada o como bocadillo congelado”.
Además, al introducir fresas en la dieta de tu perro, hazlo de manera gradual. Comienza con pequeñas cantidades y espera 24 horas para ver cómo reacciona su organismo.
Proceder de esta forma te ayudará a identificar cualquier problema potencial y ajustar la cantidad de fruta según sea necesario. Recuerda que todos los perros son diferentes, así que toma las medidas necesarias para prevenir malos ratos.
Ahora lo sabes: los perros pueden comer fresas, y es una buena idea ofrecerle ocasionalmente algunas como un premio. Esto no solo mantiene una variedad en su dieta, sino que también asegura que aproveche los beneficios de esta fruta, sin causar efectos negativos.
Por supuesto, ten presente que las fresas son sólo un snack y no reemplazan a una alimentación balanceada como la de PURINA®. Continúa explorando nuestros contenidos y aprende más acerca de la nutrición y el cuidado de tu mascota.
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